sábado, 19 de julio de 2014

Un Poco de Historia

   El siglo XVII fue por lo general una época de depresión económica, consecuencia de la prolongada expansión del siglo anterior causada principalmente por el descubrimiento de América. Las malas cosechas solo llevaron al aumento del precio de los productos básicos, provocando hambrunas. El comercio se estancó, y solo floreció en Inglaterra y Países Bajos gracias al comercio con Oriente y la creación de grandes compañías comerciales, que sentaron las bases del capitalismo y el crecimiento de la burguesía. La mala situación económica se agravó con las plagas de peste que asolaron Europa a mediados del siglo XVII, otro factor que creo más miseria y pobreza fueron las guerras, provocadas en su mayoría por el enfrentamiento entre católicos y protestantes, como es el caso de la Guerra de los Treinta Años (1618-1648). Todos estos factores causaron una depresión en la población y la pobreza alcanzó la cuarta parte de la población.
El poder en Europa paso de España a  Francia, que fue el más poderoso país del continente, hasta la ascensión de Inglaterra en el siglo XVIII. Así, Francia y Roma fueron las principales bases de la cultura barroca que se forjó en Italia, principalmente en la sede pontificia, Roma, donde el arte fue utilizado como medio propagandístico para la difusión de las ideas contra-reformistas.

Renacimiento (S. XVI)
Barroco (S. XVII)
El hombre renacentista concibe la vida como una etapa en la que hay que disfrutar antes de que llegue la muerte.
Para el hombre del Barroco la vida se convierte en pesimismo y desengaño; el hombre ve el mundo como un conjunto de falsas ilusiones que acaba con la muerte.
En el Renacimiento se fortalece el poder real. El dueño absoluto es el monarca, y los nobles se convierten en cortesanos.
España, que había sido la potencia más importante del mundo, se hunde en un total fracaso y nuestro imperio termina con los últimos reyes de la casa de Austria.

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